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Gerard Mortier defenderá la identidad cultural de Europa en el Parlamento

Gerard Mortier,  director artístico del Teatro Real,  impartirá una conferencia sobre la necesidad de dar a conocer  la identidad cultural común europea como base de la construcción de una Europa federal. El acto será en la sede del Parlamento europeo en Bruselas, el  8 de mayo.

El actual director artístico del Teatro Real, Gerard Mortier, impartirá el próximo miércoles 8 de mayo, en el Parlamento europeo de Bruselas, una conferencia en la que tratará sobre la identidad cultural europea. La intervención del gestor flamenco, dedicada especialmente a los jóvenes, se centrará en la necesidad de entender la cultura del Viejo continente como la clave esencial en la construcción del proyecto común europeo.
Según Mortier, tras la devastación de las dos grandes guerras mundiales del siglo XX, Europa intentó fortalecerse con la creación de la Comunidad Europea, para evitar que la tragedia se repitiera. De esta forma, entiende el Tratado de Roma de 1957 como uno de los mayores logros de la historia del continente y reivindica el derecho a tener ese sueño del que hablaba Martin Luther King, demandando paciencia a los euroescépticos. Y es que “la realización práctica de una gran visión requiere tiempo”.
Para el gerente artístico del coliseo madrileño, la consolidación de la identidad cultural europea es lo que puede contribuir a que la ciudadanía apoye la construcción del proyecto común, especialmente ahora, en momentos de crisis, cuando las bases económicas de la Unión han debilitado la conciencia común con el uso de políticas ultraliberales. Por esta razón, Gerard Mortier intentará demostrar ante el Parlamento la necesidad de reivindicar la cultura de Europa como una realidad existente y no una entelequia.
Desde su punto de vista, la integración europea es el mejor garante de la preservación del color local de las regiones, por lo que insistirá en que “hay que educar a las nuevas generaciones en la idea de que la federación europea es la evolución lógica de una estructura de Estado”. Prueba evidente de esta teoría es Mozart, un ciudadano cosmopolita que recorrió el continente de norte a sur, hablaba varias de sus lenguas y nunca sintió que existieran barreras entre sus países.