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La vida en flamenco

  • El espectáculo tendrá lugar el próximo 9 de julio, las 21.30 horas, en la Sala Principal del Teatro Real.
  • Junto a grandes estrellas del flamenco, Farruquito contará también con la presencia de su madre, Rosario Montoya, la Farruca,  y de su hijo, Juan, el Moreno, de tan solo 9 años.
  • Esta gran cita forma parte del ciclo Flamenco Real, que el día 8 recibirá en su espacio habitual, el Salón de Baile del Teatro Real, a la bailaora Macarena Ramírez y Eduardo Guerrero como artista invitado, y 29 de julio finalizará su temporada con la actuación del bailaor Antonio Canales.
  • Flamenco Real es una coproducción de SOLANA Entertainment y el Teatro Real de Madrid.

 

Madrid, 28 de junio de 2021.- El próximo 9 de julio se presentará en la Sala Principal del Teatro Real, por primera vez, el bailaor sevillano Juan Fernández Montoya, Farruquito, gran nombre del flamenco y heredero de una de las estirpes con más personalidad de este arte universal, con el espectáculo  Farruquito y amigos, en el que compartirá escenario con  artistas como Ketama, Antonio Canales y Pepe de Lucía, en el que también estarán presentes la bailaora La Farruca, su madre, y Juan, el Moreno, su hijo.

En este punto de madurez artística, el bailaor selecciona los momentos más personales e identificativos de su carrera, los que han construido su personalidad y le han convertido en la figura que todos conocemos hoy en día. Una  biografía forjada en la tradición de los Montoya y enriquecida con la innovación y la sensibilidad de un hombre hambriento de arte, de ganas, de técnica y de una forma única de expresar el flamenco.

Estarán junto a él grandes nombres que le han acompañado toda la vida y que han marcado, de alguna manera, su rumbo. De la mano de los Carmona, otra de las grandes sagas del mundo flamenco, debutó en Broadway con tan solo 5 años. Los caminos de ambas familias se cruzan y discurren en paralelo en una convivencia enriquecedora que ahora, dos generaciones después de aquel espectáculo en el escenario neoyorquino, dará forma nueva a la mítica soleá del abuelo Farruco, acompañado por la música de Ketama.  

Antonio Canales y Pepe de Lucía, dos grandes amigos, tampoco podían faltar en esta velada del Teatro Real. Del primero, aprendizaje y baile, hondura en los pies, buscar el camino y dar forma al futuro. Si el joven Montoya encontraba en el maestro una fuente de la que aprender, Canales le reconocía como la gran figura actual y el futuro del baile, y no se equivocaba, porque el mundo flamenco  le admira y respeta como a una gran estrella. Del segundo, hermandad, apoyo, voz y música.

En esta biografía artística que Farruquito escribirá en el escenario del Teatro Real, es fundamental la presencia de su madre, Rosario Montoya, la Farruca, y de su hijo, Juan, el Moreno, un bailarín extraordinario de sólo nueve años.  Ambos le hacen recordar de dónde viene y a dónde va. Ambos con el sello inconfundible de los Montoya: zapateado prodigioso y técnica impecable. El gesto, la cintura y el desplante de una saga que tiene a gala la esencia gitana y el baile más puro.

Farruquito, bailaor, coreógrafo, compositor, artista premiado y reconocido, crea con Farruquito y amigos un espacio para compartir el flamenco y entregar al espectador un poquito de todo lo que ha vivido.

Flamenco Real cuenta con el patrocinio principal del Grupo Ership y Herbert Smith Freehills y la colaboración de Grupo Index, Leaderland, las bodegas de Juan Gil, Grupo Corporalia y Caballero Ventura.

 

EL ESPECTÁCULO, SEGÚN FARRUQUITO

En este encuentro con mis amigos, con mi familia, cuento todas mis inquietudes como bailaor y también como músico. Es una obra original en letra, música y coreografía. El cante, la guitarra, la percusión, etc., no son un simple acompañamiento: todos los músicos protagonizan un con- cierto, un diálogo musical entre ellos, y de ellos con el baile.

Con este espectáculo desvelo lo más personal de mí, capto lo tradicional pero también muestro lo más actual de mi flamenco. Revivo los mejores momentos de anteriores espectáculos integrando nuevas creaciones; eso sí, guardando siempre la esencia.

Quiero mostrar la improvisación como origen del flamenco y enriquecerlo con el montaje coreográfico, ambos –improvisación y coreografía– conceptos imprescindibles en mi aprendizaje desde niño. Deseo encontrar el maravilloso equilibrio entre las diferentes épocas del flamenco que he tenido la suerte de vivir y engrandecerlo con la influencia imprescindible del cante y la guitarra.