News

Marina Abramovic por Marina Abramovic

La artista serbia narra en primera persona cómo fue el proceso creativo de 'The Life and Death of Marina Abramovic' y cómo se enfrentó a su propia vida desde la perspectiva del director de escena Robert Wilson

Este es un espectáculo de índole muy distinta del Marina Abramovic Presents… que representamos en el Festival Internacional de Manchester en 2009. Aquello era arte interpretativo, pero The Life and Death of Marina Abramovic es una obra poética de teatro biográfico.
El primero surgió durante un periodo realmente difícil de mi vida, en el que no sabía hacia dónde me dirigía con mi trabajo. Creo que adopté la forma teatral para distanciarme del dolor. El proceso me resultó tan interesante que cada cinco o seis años vuelvo a él, y le pido a un director distinto que retome mi biografía. Charles Atlas hizo la primera biografía en 1989 y Michael Laub ha realizado la última, The Biography Remix, en 1997. Esta vez, quería trabajar con Bob porque soy una gran admiradora suya desde hace mucho tiempo. Realmente ha inventado un nuevo lenguaje del teatro en relación con el tiempo y el espacio. Su imaginería es icónica, pinta con la luz.
Cada vez que hago una biografía, parto del mismo principio: renunciar por completo al control. Así, al entregar el material a un director, él puede reordenar mi vida en cierto modo. Puede desembocar en un relato cronológico o no –eso carece de importancia. Yo soy material y nada más. No aporto nada, pero lo que ocurre cada vez es que mi vida es nueva para mí.
No puedo decir lo liberador que resulta eso. Cuando conocí a Bob, dijo que quería que yo interpretara a mi madre, cuando en la vida real tengo un problema tremendo con mi madre, una verdadera relación de amor-odio. Pero él vio algo en eso, y quería explorarlo, aunque eso haya supuesto que me pasara todo el tiempo llorando desde que llegué a Manchester.
Esta biografía es distinta, porque todos los demás directores se concentraron en aspectos de mi obra, mientras que lo que quería explorar Bob era mi vida. Tomó todas las historias trágicas, dolorosas y afectivas de que estoy hecha, y las puso en escena. De hecho, todo se vuelve tan trágico que casi te tienes que reír, y para mí ha supuesto una tremenda liberación de negatividad. Trabajar con Willem y Antony es como una reacción química fascinante. No puedo imaginar trabajar con nadie más: Antony ha plasmado mi vida en música de una manera muy conmovedora, y Willem es un actor asombroso.
¿Por qué me sigue intrigando mi biografía? Porque los artistas siempre trabajan con materiales procedentes de sus propias vidas. Hacer arte consiste en transferir esos sentimientos y pensamientos a un lenguaje universal. También la biografía funciona así. Pero para mí, sigue siendo muy personal, y por eso quiero dedicar The Life and Death of Marina Abramović al gran amor de mi vida, Paolo Canevari.
Marina Abramovic