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Anatomía del alma

  • Extinción es una propuesta escénica de Agrupación Señor Serrano a partir de la Missa de Batalla y la Missa pro Defunctis de Joan Cererols (1618-1680).
  • Se ofrecerán 12 funciones en el Teatro La Abadía, en la Sala Juan de la Cruz, entre los días 12 y 24 de abril.
  • Javier Ulises Illán estará al frente de la agrupación musical Nereydas, de la que es fundador y director artístico, y del Coro Titular del Teatro Real.
  • La dramaturgia y dirección escénica están a cargo de Àlex Serrano y Pau Palacios. Alex, junto con Carlota Grau y Marcel Borràs, se ocupan también de la interpretación.
  • Aunque la mayor parte de la obra de Cererols desapareció en el incendio de la abadía de Montserrat provocado por las tropas francesas durante la invasión de 1811, la obra que se salvó fue impresa a principios del siglo XX y acabó de poner a Cererols en los lugares de honor del Barroco español.
  • Missa de Batalla (1648), compuesta en honor a Felipe IV, refleja la ola de optimismo que provocó en la Corte la victoria de las tropas castellanas en Nápoles, inspirada en otra misa-parodia del renacentista francés Clément Janequin, La Guerre ou La Bataille de Marignan.
  • Missa pro Defunctis (1651), refleja un ambiente muy diferente, con motivo de la epidemia de peste en Barcelona: más lacónico, denso y oscuro.

 Madrid, 5 de abril de 2022. – Entre los días 12 y 24 de abril, el Teatro Real ofrecerá 12 funciones de Extinción, propuesta escénica de Agrupación Señor Serrano a partir de la Missa de Batalla y la Missa pro Defunctis de Joan Cererols, estreno absoluto de esta hermosa obra en coproducción con el Teatro La Abadía y en colaboración con el Festival Internacional de Arte Sacro (FIAS). Todas las representaciones tendrán lugar en el Teatro de La Abadía, en la Sala Juan de la Cruz.

La Agrupación Señor Serrano -compañía de teatro con sede en Barcelona que crea producciones originales sobre aspectos discordantes de la experiencia humana contemporánea- realiza una visual y poética propuesta escénica a partir de Missa de Batalla y Missa Pro Defunctis, de Joan Cererols, dramaturgia que despliega mediante el uso de una mezcla de objetos, texto, cámaras, performance, sonido, proyecciones y videos en directo. Con ayuda de imágenes estáticas y extáticas capturadas en vivo y transformadas en tiempo real y performers que entran y salen de diferentes figuras alegóricas, se representa la búsqueda del alma, de coltán, de fuego, de sangre…

Una embarcación española desciende por primera vez el río Amazonas, alguien hace scroll en la galería de imágenes buscando una foto, la galería inferior de una mina ilegal se derrumba, aparece en pantalla una nueva notificación de Instagram, el rey de España escucha pasmado una misa en su honor, gotas de polvo dorado en suspensión, llueve barro, un profesor de anatomía busca el lugar del alma, alguien encuentra el restaurante más cercano, mensajes sin leer, el interior de una selva en llamas, un réquiem resuena en una catedral del Nuevo Mundo, alguien mira al cielo, alguien ve una serie, alguien levanta un fragmento de mineral, alguien alza un cáliz, alguien levanta un móvil.

Una gran pantalla, varias mesas de trabajo, tres performers-manipuladores (Carlota Grau, Marcel Borràs y Àlex Serrano), un director musical (Javier Ulises Illán), y un ensemble vocal e instrumental (Nereydas y Coro Titular del Teatro Real) se entremezclan en escena.

Javier Ulises Illán, el director musical, dirige Nereydas, formación que trabaja un amplio repertorio que abarca diferentes periodos estilísticos desde músicas del Renacimiento y del Barroco hasta programas sinfónico-corales del Clasicismo. La mayor fortaleza de esta agrupación, abierta y flexible, reside en su capacidad para ensamblar, integrar y adaptar el número de músicos de amplia experiencia y formación, instrumentistas y voces, para desarrollar cada proyecto. En este caso, en colaboración con el Coro Titular del Teatro Real, dirigido por Andrés Máspero.

Joan Cererols (1618-1680), monje benedictino que renovó la tradición española renacentista abriéndola a las influencias barrocas llegadas de Italia y Flandes a mediados del siglo XVII, desarrolló toda su carrera en torno al Monasterio de Montserrat, en el que llegó a ser director de la escolanía durante más de veinte años, época en la que compuso su Missa de Batalla (1648), una misa-parodia compuesta en honor a Felipe IV, en la que refleja la ola de optimismo tras la victoria de las tropas castellanas en Nápoles, inspirada en La Guerre ou La Bataille de Marignan, otra misa-parodia del renacentista francés Clément Janequin. Sin embargo, tres años después, refleja en Missa pro Defunctis (1651) un ambiente muy diferente: más sobrio, denso y oscuro debido a la epidemia de peste en Barcelona ese año, que pasaría a propagarse posteriormente a otras partes de la Corona española.

Si bien gran parte de la obra de Cererols fue destruida en el incendio de la Abadía de Montserrat provocado por las tropas francesas en 1811, la obra que se salvó fue impresa a principios del siglo XX y acabó de poner a Cererols en los lugares de honor del Barroco español. Estas obras son testimonio de un oficio cimentado en el stile concertato y abierto a las influencias barrocas llegadas desde Italia y Flandes.