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Hadrian, el amor detrás del guerrero

  • Thomas Hampson,  Ainhoa Arteta, Santiago Ballerini, Rubén Amoretti y Vanessa Goikoetxea encabezan el reparto de la ópera
  • La producción podrá verse, el viernes 29 de julio, en el Festival Castell de Peralada, con el mismo reparto que estrenará en el Teatro Real.

Madrid, 27 de junio de 2022. ─ El próximo 27 de julio, el Teatro Real culminará la actual temporada con el estreno de Hadrian, segunda incursión en la ópera del cantautor canadiense-estadounidense Rufus Wainwright, que se ofrecerá en versión semi-escenificada protagonizada por el barítono Thomas Hampson, quien dio vida al emperador Adriano en el estreno absoluto de la obra en Toronto en 2018.

Haciendo uso de una paleta musical que el propio autor define como «más oscura y potente» que la de su primera ópera –Prima donna–, tejida con largas líneas melódicas mezcladas con ricas texturas orquestales, Wainwright construye un relato verdaderamente apasionante.

El complejo entramado vocal estará defendido por Thomas Hampson en el papel  titular, Ainhoa Arteta (Plotina), Santiago Ballerini (Antinous), Rubén Amoretti (Turbo) y Vanessa Goikoetxea (Sabina) entre otros. Junto a ellos, el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la dirección musical de Scott Dunn.

Las impactantes imágenes del fotógrafo Robert Mapplethorpe y la dirección de escena de Jorn Weisbrodt, completan este interesante espectáculo.

Rufus Wainwright describe así su elección de este personaje histórico para su segunda ópera: “Cuando leí por primera vez las fabulosas Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, una novela que inspiró al menos a tres generaciones de hombres homosexuales, me asaltó al instante la idea de transformar este tema histórico en forma de ópera. Tanto su naturaleza íntima como su salvaje grandeza parecían perfectamente adecuadas para lo que la ópera hace mejor: crear una hiper ilustración de las oscuras vidas interiores de las personas que se enfrentan a formidables circunstancias exteriores y, al mismo tiempo, recorrer musicalmente las dimensiones surrealistas de lo que hay entre ellas. En mi opinión, ninguna otra forma teatral retrata verdaderamente la vida en una miríada de colores vibrantes y brillantes como lo hace la ópera, y la historia del emperador romano Adriano es un diamante perfectamente tallado para esa tarea”.

La ópera se centra en el verdadero pero problemático amor del emperador por el bello joven Antinoo. Mientras  el oscuro espectro del monoteísmo se acerca anunciado por los judíos y los primeros cristianos, hasta destruir el antiguo sistema de creencias paganas. La investigación histórica asegura que muchas  partes de la vida y el legado de Adriano fueron destruidos por sus detractores y, aunque fue un gobernante productivo y justo, su masacre de los judíos no puede ser olvidada, y es un punto principal de la obra.

Así, Rufus Wainwright concluye: “Casi inmediatamente después de la muerte de Adriano, los dictados patriarcales de la humanidad se apoderaron de la narración, dejando que la patética observación antigua de que "lloró como una mujer" cuando Antinoo se ahogó, ensombreciera todos sus logros”.