Noticias

Bailar las expresiones del alma

  • La compañía austriaca regresa a Madrid con dos emblemáticas coreografías de su repertorio: Concertante, de Hans van Manen, con música de Frank Martin y 4, de Martin Schläpfer, sobre la Sinfonía nº 4 en sol mayor de Gustav Mahler.
  • Se ofrecerán cuatro funciones los días 23 (19.30 h), 24 (17.30 y 21.00 h) y 25 (18.00) de mayo.
  • Las representaciones contarán con la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Matthew Rowe, y la participación de la soprano española Marina Monzó en Sinfonía nº 4 de Gustav Mahler.

Madrid, 14 de mayo de 2025.- En marzo del año 2000 debutaba en el Teatro Real el Ballet Estatal de Viena. Ahora, cuando se cumplen veinticinco años, la compañía austriaca regresa a este escenario con un programa doble del que se ofrecerán cuatro funciones, entre el 23 y el 25 de mayo, con las coreografías Concertante, de Hans van Manen, y 4, de Martin Schläpfer, actual director y coreógrafo principal de la compañía.

En aquella lejana primavera, los bailarines vieneses mostraban su carta de presentación con elevado nivel técnico y expresivo a través de una inolvidable Manon de Kenneth MacMillan. Volverían en 2017 con El corsario de Manuel Legris -sobre el original de Marius Petipa- para inaugurar la temporada madrileña, y ahora han preparado un programa con dos coreografías que permiten identificar claramente la personalidad de sus creadores y la extraordinaria versatilidad de sus intérpretes.

Concertante forma parte de una trilogía, junto con Polish Pieces y Kammerballett, creada por Hans van Manen en 1994, durante su periodo como coreógrafo residente en el Nederlands Dans Theater. El trazo contemporáneo de sus coreografías, basado en el ballet clásico, construye un lenguaje expresivo tan inconfundible que se identifica desde el primer paso y provoca una irresistible atracción en el espectador. La iluminación de Joop Caboort y el colorido vestuario de Keso Dekker, responsable también de la escenografía, acentúan la intención expresiva de la coreografía.

Con Petite symphonie concertante de Frank Martin, uno de los compositores suizos más llamativos del siglo XX, como base musical, ocho bailarines (hombres y mujeres) atraviesan el espacio, lo cruzan, lo abandonan, lo invaden, a veces bruscamente, a veces de forma fugaz y delicada, siempre bajo apariencia de improvisación, pero que obedece a una estructura dotada de gran lógica en la que nada sobra.

La vertiginosa Concertante dará paso a la poética 4, primera coreografía creada para el Ballet Estatal de Viena por su actual director, Martin Schläpfer, sobre la Sinfonía nº 4 en sol mayor de Gustav Mahler, de la que trata de extraer su riqueza de matices, emociones e imágenes. La elección de esta partitura no es casual. Schläpfer acababa de llegar a la compañía (2020) y quería implicar a todos los bailarines en el proyecto, mostrar su potencial como conjunto, las habilidades de los solistas, la personalidad de cada intérprete, y la composición y la biografía del compositor austriaco le ofrecían una paleta inagotable de colores con los que trabajar. 

Como describe Anne do Paço: “Schläpfer dibuja a los dos bailarines como leitmotiv de su pieza; dos que comentan, intervienen, irritan, a veces se maravillan, a veces saben más que cualquiera de nosotros, o simplemente están presentes en lo que se desarrolla ante nuestros ojos: un «teatro del mundo» sobre los anhelos, estados de desesperación y distorsiones de la humanidad, enraizado en los mundos sonoros de Mahler con todas sus fracturas, amontonamientos, pero también arrobamientos y contramundos de ensueño perdidos”.

Las funciones contarán con la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Matthew Rowe, y la participación de la soprano española Marina Monzó en Sinfonía nº 4 en sol mayor de Gustav Mahler.