- Daniel Oren estará al frente de un gran elenco verdiano y del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, destacando la labor de José Luis Basso como director del coro, muy importante en esta ópera.
- Encabezan el reparto de I lombardi los tenores Iván Ayón Rivas (Arvino) y Francesco Meli (Oronte), la soprano Lidia Fridman (Giselda) y el bajo-barítono Marko Mimica (Pagano), secundados por Miren Urbieta-Vega (Viclinda), David Lagares (Pirro), Manuel Fuentes (Acciano), Mercedes Gancedo (Sofia) y Josep Fadó (Un prior de la ciudad de Milán).
- Con I lombardi alla prima crociata y La traviata concluye la presente temporada, en la que se han presentado tres títulos verdianos, dando paso a la siguiente, 2025-2026, que se inaugurará con Otello y cerrará con Il trovatore, y en la que se ofrecerá, en versión de concierto, I masnadieri.
Los días 6 y 9 de julio el Teatro Real ofrecerá dos únicas funciones de I lombardi alla prima crociata, poderosa y apasionada partitura de Giuseppe Verdi con libreto de Temistocle Solera, empresario del Teatro Real en 1850 y 1851 y autor también del libreto de Attila, presentada hace un mes y medio, en versión de concierto, en el escenario del Real.
Además de tener el mismo libretista, I Lombardi, de 1843 -cuarta de las 26 óperas verdianas- y Attila, de 1846 -la novena en la misma lista-, se inscriben en el prolífico período creativo que el compositor denominó “años de galera” debido al excesivo trabajo y poco reconocimiento que obtuvo durante más de una década extenuante, en la que se sucedieron, además, varias tragedias personales.
Después del enorme éxito de Nabucco en La Scala de Milán en 1842, Verdi recibió el encargo de escribir una nueva ópera para el mismo teatro, muy bien retribuida económicamente y sin ninguna imposición temática o estilística. Así, un año después estrenaría I Lombardi, cuya trama tenía, una vez más, una lectura patriótica subliminal: al glorificar a los lombardos en su lucha para liberar los lugares sagrados se aludía a otra liberación, la de las tierras lombardas todavía bajo la égida austriaca.
Sin embargo, el gran problema con la censura no vino de las autoridades imperiales, sino del arzobispo de Milán, que no quería ninguna alusión a la liturgia, símbolos, o sacramentos religiosos en el libreto, provocando la indignación de Verdi, que se negó a suprimir o cambiar partes del texto, con excepción de la sustitución de ‘Ave Maria’ por ‘Salve Maria’.
La partitura de I lombardi, aunque muy desigual, sobretodo en la orquestación, consolida el camino de Verdi hacía las obras de madurez, con su habilidad para la construcción de las grandes escenas contraponiéndolas a las arias y dúos más intimistas y destacando los bellos concertantes, de increíble eficacia y concisión dramatúrgica.
Como en las demás óperas inscritas en el fervor del Risorgimento, también en I lombardi el coro ocupa un lugar primordial, representando el sentir de los oprimidos y su disposición a luchar, alentados muchas veces por una efusiva y sonora orquestación que Verdi fue refinando y depurando a lo largo de su carrera.
Los papeles protagonistas de I lombardi, de gran exigencia vocal, serán defendidos por un reparto de lujo, con los tenores Iván Ayón Rivas (Arvino) y Francesco Meli (Oronte), la soprano Lidia Fridman (Giselda) y el bajo-barítono Marko Mimica (Pagano), secundados por Miren Urbieta-Vega (Viclinda), David Lagares (Pirro), Manuel Fuentes (Acciano), Mercedes Gancedo (Sofia) y Josep Fadó (Un prior de la ciudad de Milán). Junto a ellos el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real estarán bajo la batuta de Daniel Oren, que dirigió en el Real Les pêcheurs de perles (2013), La favorita (2017), Lucia di Lammermoor (2018) y Aida (2022).
I lombardi alla prima crociata se ofrecerá en el Real, como Attila, hace dos meses, reivindicando su valor como un peldaño importante en la larga carrera creadora de Giuseppe Verdi, en cuyas páginas se alcanza una grandísima intensidad dramática cuando son interpretadas por artistas que defienden con rigor y entrega el drama, las pasiones, inquietudes, contradicciones y sentimientos de los personajes.